domingo, 19 de agosto de 2012

Gritar

Quiero gritar, pero no tengo voz.
Quiero abrir la puerta, pero no tengo llave.
Quiero decir lo que pienso sin que nadie me ataque, pero en este mundo no se puede decir lo que se piensa sin recibir muchos palos.

Así que permaneceré callada en esta esquina viendo como todo a mi alrededor se derrumba junto a mí.

Tiempo.

Es como caer al vacío, es como soñar despierto.
Es no saber qué hacer, no sentir nada más que miedo e impotencia.
Miedo a perder, miedo a olvidar, miedo a recordar.
Impotencia ante la sociedad, no saber cómo reaccionar ni cómo actuar correctamente.
Ver como el tiempo pasa, sin parar ni un segundo.
¡Oh, edad danos tiempo! Porque si las cosas sucedieran más despacio tendríamos tiempo de darnos cuenta de las cosas, de los detalles más minúsculos que crean el llamado efecto mariposa. Si todo sucediera más despacio nos daríamos cuenta de cosas que realmente pueden llegar a cambiar nuestras vidas; desde una mirada inocente hasta un descuido que puede provocar tu muerte. Tu vida cambia en segundos, o menos, por detalles mínimos de los que a veces ni nos percatamos.
¡Oh, edad danos tiempo! ¡Oh, tiempo párate un segundo y déjame ver los detalles que crean mi vida y mi destino!