domingo, 28 de abril de 2013
Aroma de infancia.
Leña, el frío invierno de Teruel.
Rocío, las noches de navidad.
Lluvia, días tristes de película.
Desearía guardar cada uno con una etiqueta para recordarlos en el momento exacto.
Añoro muchos de esos días.
Ahora huele a paella, mi padre estará cocinando.
Pero no, realmente es un simple bar con el aroma de mi infancia.
Camino por la calle y los aspiro, evadiéndome del mundo y volviendo a mi niñez.
Qué dulce flashback
Sin embargo, no todos los aromas denotan dulces recuerdos.
Hay malos, pero no los capto porque siento repulsión hacia ellos.
En fin, andaré por las calles recordando mi infancia y empapándome de las vidas ajenas mientras muchos crean sus aromas de niñez.
Será un suave aroma, quizás fuerte.
Sea como sea, será aquello que eres.
Tú y tu vida, tu origen.
Quizás tu debilidad o tal vez tu fuerza.
Será aquello que amas,
o aquello que detestas.
Pero será tu aroma,
de tu infancia.
miércoles, 24 de abril de 2013
Sólo esperar.
Saber que no vive,
ver que no muere.
Lento se apaga,
no del todo.
Será o no será,
pero no es la cuestión.
Vivir sin piedad,
odiar sin respirar.
Ver que se consume,
que te consume.
Pasan milenios,
no cambiará.
Vida sin aire,
muerte sin tierra.
Ya se va,
poco falta.
Sólo aguarda,
aunque sufra.
Sólo aguanta,
aunque rabie.
Pasará, tal vez,
quizá no.
Saber que no vive,
ver que no muere.
Sucederá, paciencia.
Y entonces vivirá.
Sólo aguarda,
aunque sufra.
Sólo aguanta,
aunque rabie.
Abre los ojos,
desaparecerá.
Quedará la pesadilla,
un mal sueño.
Es pasado,
no futuro.
Decidirá tu vida,
el presente.
Sólo espera,
a que pase tu primavera.
Tan sólo sigue,
valdrá la pena.
lunes, 15 de abril de 2013
Tic-tac.
bajo el frío de la tierra.
Vistamos de negro,
mientras dure el invierno.
Rosas reprimidas,
cuervos fomentados.
Oscuridad durante el día,
silencio cada noche.
Nacer enterrado,
vivir tras una sábana.
Dormir aterrado,
morir por ganas.
Realidad egoísta,
mundo invisible.
Dulce pesadilla,
sueños imposibles.
Evadirse de todo,
no cumplir nada.
Tener deseos
y una lágrima desesperada.
Abriréis los ojos,
risas al viento.
Viviréis con gozo
tras un tiempo.
Cuestión de contar,
tic-tac y serás.
Sentar y esperar,
cuestión de esperanza.
Cuando seas todo acabará,
sólo oye el tic-tac.
Din don, está aquí
tu remedio al mal.
Regreso.
no busco, sólo encuentro.
Una mirada de pasión,
un beso a traición.
En la penumbra de la noche,
bajo la mirada de las estrellas.
Permanecer es un derroche,
pues no habrá más que ellas.
El silencio del tiempo,
el aroma del viento.
Al aire el corazón,
dejando que vuele.
Dulce tono de amor,
todo se reduce a un latido.
Es sentir un ardor
de fruto prohibido.
Démonos un sólo momento,
y con duro detenimiento
obedezcamos a la intuición,
si no regresó fue por temor.
Temor a la debilidad,
de un cálido susurro,
Ansias de libertad,
y un mar de orgullo.
Desearía de un soplo hallarte,
pero cuando la Luna desaparece
y brilla el fuego en el aire,
mi melancolía se desvanece.
No es falta de amor,
no es pecado, ni terror.
Es desespero sin perdón,
unido a falta de valor.
Indecisión.
Esa presión e inseguridad.
Como que tiran de ti,
una cuerda en cada brazo
y estirar hasta decidir.
Es no saber que hacer,
no querer caer.
Pero tendrá que pasar.
¿Qué lado será mejor?
¿Amargura rutinaria con un toque de amor
o sonrisas diarias con gran ilusión?
Es indecisión, simpatía por ambos lados,
pero al fín y al cabo sólo puede haber un vencedor.
¿Y, mientras? Reflexionar como un filósofo.
Planteando pros y contras,
preguntas sin respuesta
y toda una serie de enigmas.
domingo, 7 de abril de 2013
Oculto.
Como el reflejo sobre un charco,
un misterio nocturno
oculto entre las aguas.
Como un secreto bajo pena,
ansiado por ser escuchado,
pero a menudo en vano.
Es desear ante la incapacidad,
querer y no querer,
gritar en el silencio.
Cruel impotencia,
odioso deseo,
murmullo de pensamientos.
Desapareced, nada más,
sed guardados bajo llave
y más tarde deshaceos de ella.
No hay intención de saber,
sólo de olvidar,
por tanto no pensar jamás.