lunes, 24 de diciembre de 2012

Palabras mudas.

Es como vivir dormido.
Es como llorar sin lágrimas.
Es como desangrarte lentamente.

¡Marchémonos bien lejos!
Donde los gritos no puedan oírse,
donde el dolor sea efímero,
donde no exista el odio.

Enterremos nuestro pasado
en un lugar desconocido,
en un punto de no retorno
alejado de la memoria.

Olvidemos lo aprendido.
Crucemos las fronteras,
¡huyamos!
Pero no por cobardía.

Apretemos los ojos con fuerza,
encojamos nuestro cuerpo,
aguantemos la respiración,
no lo pensemos dos veces.

Mintamos.
Asegúrame que todo irá bien.
Convénceme con astucia
y ofréceme tu mano.


¡Marchémonos bien lejos!
Donde los gritos no puedan oírse,
donde el dolor sea efímero,
donde no exista el odio.


domingo, 16 de diciembre de 2012

Dulce veneno.

Noche, cielo, tierra, tú, yo...
Quememos el diccionario con nuestro fuego, demostremos que no necesitamos un vocablo para amarnos.
Noche, cielo, tierra, tú, yo...
Abramos los ojos, ventanas del alma, y atémonos con un suave lazo.
Noche, cielo, tierra, tú, yo...

¡Imprudente traidor!
Has despertado mis difuntos sentimientos.
Has hecho que me expulsaran del Paraíso.
Me has mostrado la fruta prohibida y el camino hacia la perdición.
¡Has condenado mi vida a un amor!¿Qué será de mí?

Te has convertido en una necesidad, un vicio.
Si no te respiro no vivo.
Eres mi adrenalina, mi droga, mi sangre.
Eres un dulce veneno inagotable.

Deja que te rocíe de suspiros y caricias,
cúbreme con tu abrigo de piel,
haz de mí una inocente infractora.
Guárdame sobre tu banda sonora,
donde palpitan tus sentimientos.

De siete pecados capitales eres mi octavo.
Júzgame si quieres cruel deseo.
Sabes que soy culpable de amarte,
y por ello estoy condenada a cadena perpetua,
aprisionada en tus brazos.

Te has convertido en una necesidad, un vicio.
Si no te respiro no vivo.
Eres mi adrenalina, mi droga, mi sangre.
Eres un dulce veneno inagotable.



sábado, 24 de noviembre de 2012

El amante.

Oh fiel amante que cada día me visitas sin que nadie se percate de ello.
Oh dulce placer tenerte entre mis brazos de nuevo.

No eres tan solo un amante, eres más que eso.
Eres un deseo irrefrenable, un capricho del destino, una obsesión desesperante...

¡Ven a mis brazos!
¡Dame tus besos!
Te ordeno que una noche más seas el dueño de mi cuerpo.

Acércate, juega con el tiempo. Demuéstrale que no le necesitas para vivir esta pasión irracional.
Enlacémonos como largas enredaderas, cuerpo frente a cuerpo, brazo sobre brazo, suspiros entre besos.
Enlacémonos tan fuertemente que nuestros cuerpos parezcan uno solo.

Esta noche, como todas las noches, la luna ha salido y a mi casa ha entrado el sol
dispuesto a intercambiar mis besos por su plácido calor.

Oh fiel amante que cada día me visitas sin que nadie se percate de ello.
Oh dulce placer tenerte entre mis brazos de nuevo.

La brisa del mar de tus labios es sin duda las más bella melodía
el aroma de tu piel con la mía es el perfume de la tentación.

No te marches aún fiel amante.
Acércate una última vez esta noche y déjame susurrarte casi en un suspiro que no eres tan solo un amante, eres más que eso.
Eres un deseo irrefrenable, un capricho del destino, una obsesión desesperante...

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La amapola

Una frágil amapola habitaba entre otras hermosas flores e insectos en un verde prado. Cerca de aquella amapola crecían una rosa con espinas y un alegre diente de león. La rosa era hermosa, pero estaba llena de espinas e infestada de abejas, y el diente de león era una simple flor silvestre de un color alegre.
La frágil amapola deseaba compañía, pero no se decidía entre estas dos flores. ¿Qué flor debía escoger? ¿La belleza de la rosa a pesar de sus espinas y las furiosas abejas que la visitaban a menudo o al alegre diente de león a pesar de su simpleza?
La amapola pensó durante días sobre quién le daría más grata compañía. Finalmente decidió dar una oportunidad a las dos flores para averiguar quién le haría más feliz. El diente de león aceptó luchar por el amor de la amapola, pero la rosa al ver que tenía contrincante se llenó de orgullo y abandonó, a pesar de amar a la amapola. Al no haber otro rival, el diente de león ganó la compañía y el amor de la frágil amapola.
En cuanto a la hermosa rosa, se quedó sola eternamente. De vez en cuando recibía visitas de las abejas, pero éstas iban y venían y nunca se quedaban largo tiempo a hacerle compañía. Con el tiempo la rosa marchitó, muriendo sola, por orgullo y amando a la frágil amapola.

A veces las cosas más sencillas son las que provocan mayor felicidad.
La apariencia física al fin y al cabo no es importante, porque con la vejez todos acabaremos del mismo modo. De nosotros depende ser felices.
No hay que dejar que el orgullo nos afecte. Si quieres algo lucha por ello. No te sientas avergonzado ni inferior, piensa que luchas por lo que deseas y eso es algo de lo que debes sentirte, sin duda, orgulloso. 

domingo, 21 de octubre de 2012

Presente.

He perdido las ganas, la esperanza y el tiempo. Nada es como antes, todo ha perdido su sentido.
¡Oh, pobre de mí! Lo único que siento es nostalgia.
Recuerdo aquellos días en los que estaba enamorada, aquellos días en los que podía pensar con detenimiento en los pequeños detalles. ¿Qué sucedió? Simplemente crecí y maduré.
Se fue el amor, desapareció de mi vida. Como un eclipse total apareció un día con una hermosura atrayente y en cuanto fijé mis ojos en él me hizo daño y desapareció. Mis ojos no volverán a verle, pasarán décadas y yo ya habré muerto sin haber vuelto a ver esa hermosura atrayente, el amor.
¡Cómo lo extraño! Un beso apasionado, un cálido abrazo, una mirada sincera y unas tiernas palabras. Sólo deseo retroceder en el tiempo y volver a aquellos días en los que el amor era mi único abrigo. Volver a ese amor feroz, incansable y lleno de engaños, aquel que me hacía daño pero me daba fe.
No me importa lo que la gente opine, deseo volver a ser lo que era; una feliz ignorante que no sabía que él no la amaba, una ignorante que amaba con locura y daba su vida por amor, dispuesta a soportar cualquier tormenta por volver a tener al amor entre sus brazos.
¡Oh, pobre de mí! ¿Porque abrí los ojos? ¿Porque maduré? ¡Con lo feliz que era siendo una ignorante!
Ahora vivo una odiosa rutina; ya no hay nadie que con una mirada haga sentir dentro de mí una chispa, como si ardiera el corazón, sintiendo mil sensaciones al mismo tiempo.
Aprovechad vuestra juventud, porque con los años las sensaciones se adormecen y el romanticismo tiende a desaparecer. Vivid el amor con pasión, como si no existiera un mañana. Llenad cada día de sonrisas e ilusiones porque cada día que habéis vivido pertenece al pasado, ese día no volverá a repetirse, no hay vuelta a atrás. Vivid sin arrepentimientos y sin necesidad de volver al pasado. Cread un presente mejor que el pasado y no perdáis vuestro presente con un pasado que ya no tiene futuro.

domingo, 19 de agosto de 2012

Gritar

Quiero gritar, pero no tengo voz.
Quiero abrir la puerta, pero no tengo llave.
Quiero decir lo que pienso sin que nadie me ataque, pero en este mundo no se puede decir lo que se piensa sin recibir muchos palos.

Así que permaneceré callada en esta esquina viendo como todo a mi alrededor se derrumba junto a mí.

Tiempo.

Es como caer al vacío, es como soñar despierto.
Es no saber qué hacer, no sentir nada más que miedo e impotencia.
Miedo a perder, miedo a olvidar, miedo a recordar.
Impotencia ante la sociedad, no saber cómo reaccionar ni cómo actuar correctamente.
Ver como el tiempo pasa, sin parar ni un segundo.
¡Oh, edad danos tiempo! Porque si las cosas sucedieran más despacio tendríamos tiempo de darnos cuenta de las cosas, de los detalles más minúsculos que crean el llamado efecto mariposa. Si todo sucediera más despacio nos daríamos cuenta de cosas que realmente pueden llegar a cambiar nuestras vidas; desde una mirada inocente hasta un descuido que puede provocar tu muerte. Tu vida cambia en segundos, o menos, por detalles mínimos de los que a veces ni nos percatamos.
¡Oh, edad danos tiempo! ¡Oh, tiempo párate un segundo y déjame ver los detalles que crean mi vida y mi destino!