martes, 13 de diciembre de 2016

¡Grita!

Eres el subconsciente.
Nadie te conoce ni sabe con seguridad por qué actúas de ese modo. Ni siquiera tú lo sabes.
Parece que te dejes llevar por la brisa que mueve las ramas deshojadas este otoño.
No te muestras, sólo callas, miras, piensas. Pero, ¿qué piensas? Hablar te asusta, lo sé. ¿Qué dirán? ¿Qué van a decir si no dices?
Ellos hablan y hablarán. Dales algo jugoso para compartir. Ofrece motivos con rabia, con fuerza, en voz alta.
Hazte conocer por lo que hablas y no por lo que callas. Piensa que lo que calles se quedará contigo hasta que mueras y, ahí se perderá, en la nada. No obstante, lo que expreses dará que hablar y quién sabe hasta adónde podrá llegar esa voz en la Tierra.
¡Grita! Aunque pienses que lo haces en el vacío. Tal vez no lo veas ahora, pero es posible que el eco propague ese mensaje que creíste dejar en vano.
Grita alto y repetidas veces. Si te reprimes, ganan ellos.
El día que dejes de esconderte y alejes de ti el miedo, la gente sabrá quién eres, qué quieres. Hasta entonces seguirás siendo un enigma por descifrar dentro de la caja de Schrödinger, perdida en la Atlántida.

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