lunes, 30 de enero de 2017

Reflexión sobre la locura

Locura, qué palabra tan ambigua, ¿verdad? Para algunos la locura puede ser el hecho de romper los esquemas, de decir "me marcho". Un estar completamente agotado de la vida diaria y pensar "voy a hacer una locura", y lo ves como algo positivo, beneficioso para tu salud mental. Es como una pausa, un punto y aparte, un no pensar en las consecuencias por un momento y lanzarse de cabeza para divertirse un poco y desconectar. 
Sin embargo, para esas personas rígidas, estrictas, "capadas", sin ningún tipo de motivación ni fin, la locura es sólo una enfermedad mental, es decir, todo lo contrario. Se pasa de un retiro espiritual a un manicomio. Este tipo de personas son las que cuando ven a alguien haciendo una estupidez que le hace feliz, piensan "¿no le da vergüenza?" o "debería estar centrado haciendo otras cosas más útiles". Pues bien, ¿qué decir sobre los seguidores de la corriente "vive menos, trabaja más"? ¿No se cansan de ser tan pesimistas, arrogantes, cuadriculados, serios y aguafiestas? No debemos dejar que un grupo tan sombrío nos hunda en el fondo del océano. Estas personas insatisfechas, no disfrutan de su vida ni saben hacerlo y, por ello, toman como misión no dejar que el resto disfrute ante su propia incapacidad. Pero, ¿qué pasaría si todo fuéramos como ellos? ¿Y si el ser humano fuera tan extremadamente racional y, por tanto, no hiciera nada por impulso o dejándose llevar por el corazón?
La sociedad necesita pequeños locos. ¿Cómo hemos evolucionado sino? ¿Por qué tenemos luz y agua en nuestras casa? Porque a algún "loco" se le ocurrió que se podía transportar el agua y que necesitaríamos iluminación. ¿Y qué me decís de volar? ¿Quién habría imaginado hace un par de siglos poder surcar por encima de las nubes sin siquiera despeinarse? Fueron ideas de locos, de inconformistas que dijeron "no, yo creo que lo establecido no basta". Probablemente cuando los hermanos Wright dijeron que iban a crear un aparato capaz de volar, muchos no les creyeron, o puede que les dijeran que dejaran de hacer tonterías y que eso no era posible. ¿Y bien? 
La locura es para los creativos, para los valientes, los que rompen esquemas. En cuanto a la rigidez mental... para gente mediocre que siente la necesidad de seguir unas normas estrictas y que con la ruptura de la más mínima norma que lleve fuera de la rutina se vea envuelta en el mismísimos caos y el desorden mundial.

domingo, 29 de enero de 2017

Etiquetas

Etiquetas.
¿Por qué nos hacen usar etiquetas? La gente guapa debe salir supuestamente con gente guapa, la gente fea con gente fea, la gente gorda con gente gorda, blancos con blancos, negros con negros, hombres con mujeres. Y si mezclamos etiquetas todos preguntan: ¿Qué hace una persona así con una persona como esa? 
La sociedad va de revolucionaria y moderna, pero luego no soporta los cambios ni las mezclas cuando se dan. La sociedad nos etiqueta en una cinta transportadora, como en una cadena de montaje. De uno en uno van pasando todos por esa cinta desde la infancia. Gordo, feo, bajito, tetona, gay, calzonazos, friki... une etiqueta para ti y otra para el siguiente, todos en la fila, no os salgáis de la cola, porque si os salís también os pondrán etiqueta aunque sea de ausente, rezagado, aislado o tímido. Nos marcan para toda la vida como al ganado y nosotros asumimos ese rol, imposibilitando el cambio. Después vienen los "no voy a hablarle a esa persona porque yo tengo la etiqueta de gorda y él de guaperas" o "no podría salir con ella porque es popular y yo friki". La inseguridad, las dudas, la baja autoestima, los calentamientos de cabeza, la imposibilidad de avanzar, el miedo... Todo por una simple etiqueta de fábrica que se podría arrancar con las manos o incluso tapar con otra etiqueta como hacen muchas empresas hoy en día, suprimiendo todo origen y característica. Estamos tan pendientes del resto que olvidamos qué queremos ser y pasamos a ser qué creen que soy o cómo quieren que sea. Y con las redes sociales esto no ha mejorado sino que ahora, además, necesitamos la aprobación de nuestros seguidores, de aquellos seguidores que nos etiquetan y deciden si aprueban nuestro modo de llevar la etiqueta o no. Estamos expuestos constantemente a un César en el centro de un coliseo romano y su "like" o "dislike" marca nuestra seguridad, nuestras dudas y nuestra autoestima. Estamos pendientes de si hemos gustado o si deberíamos cambiar para agradar más al César. Queremos la aprobación de aquellos que nos han etiquetado y de ese modo nos reafirmamos en nuestro rol y lo vamos perfeccionando.
Vivimos en un mundo absurdo y caótico de opiniones vacías en cabezas huecas y nos importa más lo que diga una panda de borregos guiados por un Iphone que lo que nosotros mismos opinamos. Mi etiqueta va a ser de inconformista y esta me la pongo yo misma y la cambiaré, combinaré, romperé o quemaré cuando me venga en gana, pero no voy a depender de ella para buscar aprobación.


martes, 17 de enero de 2017

Crítica a la crítica de las letras

Para todos aquellos que opinan que las letras son algo superfluo y que, por tanto, estudiar letras es perder el tiempo, ya que además de ser muy sencillas tienen poca utilidad y salida en el mundo laboral.
Decidme una cosa. ¿Para lanzar esta bestial crítica sin trasfondo, qué utilizáis? ¿En vuestro día a día cómo os comunicáis? ¿Qué es lo primero que aprendisteis sin siquiera ir a la escuela? ¿Qué os ha llevado a estudiar lo que estudiáis o a trabajar en lo que trabajáis? ¿A través de qué aprendéis en la escuela? De libros, de profesores, de letras al fin y al cabo. ¿Podéis decirme ya si las letras son útiles?

El ser humano sin un idioma no es capaz de pensar y desarrollarse. Antes de la aparición del lenguaje éramos animales incapaces de evolucionar por no poder comunicarnos. Sin un lenguaje no podemos pensar. ¿Habéis pensado alguna vez sin palabras en vuestra mente? Si se quiere seguir adelante es necesario tener un lenguaje, letras, y, por tanto, es necesario que existan las personas adecuadas capaces de hacer un uso correcto de él. Sino, ¿quién va a mantener nuestro lenguaje limpio? ¿Quién va a transmitirlo, a reformularlo, a renovarlo? ¿Vuestras estrellas televisivas? ¿Belén Esteban acaso? Dicen que ha escrito un libro, sin duda ella también es una chica de letras, ¿verdad?

Para dedicarse a las letras es necesaria una sensibilidad especial, una reflexión y una eterna duda. Cualquiera no puede ejercer este tipo de trabajo. Si no tienes el don de la expresión ni la capacidad de análisis interno, de autocorrección, de crítica, de almacenamiento, de convicción, de transmisión de ideales, etc., lo siento. Las letras no son algo puramente objetivo como ocurre en otros campos, son algo infinito, variable. Nunca acabas de estudiar letras, ya que estas se mueven, aparecen y desaparecen, existen en la soledad de un rincón o se muestran a la luz. Las letras, al fin y al cabo, son la base que sustenta el resto de campos, así que, en lugar de despreciarlas y quitarles prestigio, cuando alguien diga "estudio letras" la reacción no debería ser "oh, qué fácil" o "¿Y qué salida tiene eso?", sino que deberíais echar la vista atrás y recordar, si es que lo sabéis, que gracias a la filología y a aquellas personas que han transmitido la lengua mediante escritos a lo largo de los siglos podéis permitiros el lujo hoy de pensar semejantes memeces.